Durante unas horas el efectivo volvió este lunes a ser un salvavidas para muchos ciudadanos españoles. Y es que, Redsys, la plataforma que hace operar pagos con tarjeta y cajeros y aplicaciones como Bizum, dejó de funcionar temporal y parcialmente «debido a un fallo en la plataforma de comunicaciones».
En un principio, se achacó este problema a la caída de Amazon Web Services (AWS), la mayor plataforma de infraestructuras en la nube del mundo ha provocado una avalancha de fallos en aplicaciones, juegos y servicios digitales en España y otros países. Pero desde Redsys aclaran a El Debate que «no ha tenido nada que ver».
«Todo lo pago con tarjeta. Por eso ahora estaba yendo al banco a sacar dinero en efectivo», aseguraban algunos viandantes. «No tengo ni un euro en efectivo», o, «en mi vida he llevado dinero encima», decían otros. Estas palabras fueron dichas por algunos madrileños a este periódico cuando se enteraron de la caída de la nube de Amazon, pero actualmente es una realidad que se podría escuchar en cualquier momento, porque el uso del efectivo cada vez va teniendo menos peso, tal y como se puede desprender de numerosos estudios.
Entre ellos, el último realizado por el Banco de España correspondiente al año 2024, en el que se concluye que los pagos con tarjeta y dispositivos móviles en establecimientos físicos aumentaron frente al uso del efectivo que mantiene una tendencia a la baja, pasando de un 51 % en 2022 hasta el 45 % el pasado año.
Y no es la primera vez que muchos ciudadanos se ven sin dinero, porque ha ocurrido algo como lo de este lunes. Ya un sábado de 2023, Redsys, la plataforma que hace operar pagos con tarjeta y cajeros y aplicaciones como Bizum, sufrió una caída masiva, dejando sin funcionamiento durante unas horas todos los medios de pago digital. Además, no hay que olvidar el histórico apagón vivido en abril de este año, cuando todo se fue a negro durante casi doce horas, las calles y carreteras se colapsaron y las ciudades no comenzaron a recuperar la luz hasta bien entrada la noche.
Pese a ello, hubo un tiempo en el que el PSOE quiso eliminar gradualmente el dinero en efectivo en España. En 2020 registró una propuesta en el Congreso de los Diputados en el que se solicitó «la eliminación gradual de los pagos en efectivo, con el objetivo de su desaparición definitiva». Una iniciativa que violaba los principios del Tratado de la Unión Europea, que establece que los billete y monedas en euros son de curso legal.
Además, el Banco Central Europeo (BCE) se oponía a ello, para que así todos los hogares tengan acceso a todos los servicios. Además, en una carta firmada por el propio Mario Draghi, expresidente del BCE, unos años antes, el regulador financiero advertía de que poner fin al efectivo podría ser un problema cuando se produjesen erros en «las infraestructuras técnicas utilizadas por los proveedores de servicios de pago».
Aunque esta propuesta no salió adelante, el Gobierno de Pedro Sánchez si que consiguió aprobar la modificación de la ley 7/2012, de 29 de octubre, hace cuatro años, por la que se prohibía a los ciudadanos realizar pagos en metálico por encima de ciertos límites, incluso si se fracciona el importe total, con el objetivo de combatir el fraude fiscal y el blanqueo de capitales en España.
En un principio, el límite se encontraba en los 2.500 euros. Pero en julio de 2021 el Ejecutivo bajó ese umbral hasta los 1.000 euros. Además, la normativa considera efectivo no solo los billetes y las monedas, sino también los cheques bancarios al portador y cualquier otro medio físico o electrónico diseñado para ser utilizado como medio de pago directo por el portador.
Esta medida ha sido muy controvertida y criticada por muchos, sobre todo por la plataforma Denaria, una asociación cuyo fin es defender el efectivo y busca alertar sobre los riesgos de limitar este tipo de dinero como método de pago. Su presidente, Javier Rupérez, en una entrevista a El Debate, aseguró que estaban trabajando «para el elevar el límite a 10.000 euros, así como para que el efectivo sea considerado una reserva estratégica, algo crucial en caso de catástrofes naturales o bélicas, donde los sistemas digitales pueden fallar».
Aviso del BCE
El Banco Central Europeo (BCE) recordó en septiembre la importancia del dinero en efectivo. En su informe «Mantenga la calma y lleve efectivo: lecciones sobre el rol único del dinero físico en cuatro crisis», la institución recomienda que cada ciudadano conserve suficiente efectivo para cubrir tres días de necesidades básicas.
En este sentido, el BCE menciona que países como Países Bajos, Austria y Finlandia ya sugieren mantener entre 70 y 100 euros en efectivo en casa. Lejos de generar alarma, la iniciativa pretende ofrecer una red de seguridad práctica, similar al «kit de supervivencia» que la Comisión Europea propuso en marzo, orientado a suministros básicos frente a posibles crisis.
Aunque los pagos electrónicos sean cada vez más habituales, el efectivo sigue siendo un recurso vital. Contar con dinero disponible brinda tranquilidad y autonomía, sobre todo cuando surgen dudas sobre la estabilidad de los sistemas financieros o digitales. No hace falta acumular grandes cantidades, basta con tener lo necesario para cubrir imprevistos a corto plazo.
Fuente: ElDebate