Hace apenas unos días supimos que el Banco Central Europeo (BCE) aprobaba el lanzamiento del polémico euro digital para 2029 de forma completa, comenzando las pruebas piloto en 2027, aunque la decisión final recaerá en los organismos legislativos, puesto que son los que tienen que redactar la normativa que regule su uso.
Ante la inminente implementación de esta tecnología de pago cientos de consumidores reconocen que no saben qué es el euro digital e incluso más de la mitad temen perder la posibilidad de pagar con otras alternativas en el futuro, como el dinero en efectivo. De hecho, el 85% de los europeos considera importante que continúe aceptándose de forma generalizada en todos los comercios.
Así se extrae de una encuesta realizada por BEUC, la organización europea de consumidores, a la que pertenecen las españolas ASUFIN, CECU y OCU, acerca de las sensaciones que produce el euro digital a nuestros vecinos y ciudadanos. En este sentido, una de las principales conclusiones del informe es que a pesar de existir cada vez más métodos de pago digitales, existe un fuerte apoyo al uso del efectivo independientemente de la edad del consumidor.
En defensa del dinero en efectivo
Teniendo en cuenta que las últimas generaciones han crecido prácticamente a la par que la tecnología, es habitual que prefieran usar la tarjeta o el móvil para pagar. Sin embargo, el 85% de los consumidores entre 14 y 17 años considera que todos los establecimientos deben continuar aceptando dinero en metálico aunque se implante el euro digital, porcentaje ligeramente superior entre los que tienen 55 y 74 años (88%).
De hecho, aunque prácticamente la mitad de los adultos encuestados admite que prefiere usar métodos de pago digital al efectivo, lo consideran imprescindible para sus compras, tanto por razones de seguridad como de comodidad. Es más, el 52% de los adultos admite que tienen miedo de perder la oportunidad de elegir el método de pago cuando implanten el euro digital.
En este sentido el director de CECU, David Sánchez Carpio, reconoce que "pese al uso generalizado de medios digitales o tarjetas para realizar nuestros pagos, el acceso al efectivo sigue siendo un aspecto fundamental para los y las consumidoras". "El 85% de las personas encuestadas quiere que el dinero en efectivo siga siendo un medio de pago ampliamente aceptado", añade".
Y es que a pesar de ser protagonista de decenas de tertulias al año, el euro digital sigue siendo un gran desconocido, tanto que hasta el 42% de los adultos y el 51% de los jóvenes afirma que no sabe qué es. Apenas el 9% de los jóvenes y el 11% de los adultos reconoce estar informado sobre ello.
Anonimato en las transacciones
Una vez concluida la fase de preparación que comenzó el 2023, el proyecto del euro digital continúa. La intención es realizar un reglamento en 2026 para que al año siguiente comiencen a realizarse ejercicios piloto "para una posible primera emisión en 2029", explican desde el BCE.
Ante las voces disidentes que denuncian que el euro digital será una forma de vigilar nuestros movimientos bancarios mientras se limita el uso del efectivo, el Banco de España ha asegurado que no se manejarán datos personales de los que lo utilicen, al igual que con los billetes y las monedas.
Fuente: El Economista