El ejecutivo dice que el actual modelo es el culpable de la alta "inflación normativa", resta beneficios al sector y obliga a dedicar muchos empleados a esta tarea.
Antonio Romero (Sevilla, 1973) concede a EXPANSIÓN su primera entrevista desde que llegó al cargo hace cinco meses para sustituir a José María Méndez, hoy consejero de CaixaBank. Era el sucesor esperado si la patronal optaba por un perfil técnico. Romero es el directivo que habitualmente acompañaba a Méndez en todas las reuniones con el Ministerio de Economía para defender como lobby los intereses de sus entidades asociadas. Entre ellas, CaixaBank, Kutxabank, Unicaja, Ibercaja y Abanca. Es miembro del Cuerpo Superior de Administradores Civiles del Estado. Llegó a la Ceca en 2004. Antes trabajó cinco años en la Dirección General del Tesoro. Pertenece al Consejo Económico y Social de España y al Comité Consultivo de la CNMV. Es vicepresidente de la Agrupación Europea de Cajas de Ahorros y vicepresidente de Funcas.
¿Cuáles son sus prioridades en estos primeros meses?
Nuestras asociadas nos piden que seamos muy vocales en el tema de la simplificación regulatoria y todos los costes asociados. En colaboración con la AEB y Unacc, hemos elaborado un documento con 24 propuestas concretas. Este tema es algo absolutamente prioritario para nosotros. A más largo plazo, el objetivo es preservar nuestro modelo de hacer banca y que tiene un fuerte componente social que nos conecta con nuestro pasado. La Ceca cumplirá en 2028 cien años de historia.
¿Qué es necesario hacer en materia normativa?
En nuestra opinión hay que revisar de arriba abajo el modelo de regulación en Europa porque es el causante de la alta inflación normativa. Si sumamos los equipos de reporting, el seguimiento de la agenda regulatoria, la implantación de normas y su control, esta tarea supone un porcentaje de gasto muy relevante para nuestas entidades. Pedimos a la Comisión Europea liderazgo y ambición en este ma. Hemos sugerido medidas concretas. Por ejemplo, reequilibrar el papel de los equipos horizontales de supervisión con los que están a cargo de la supervisión directa de las entidades, los JST (Joint Supervisory Team).
¿En España también deberían cambiar cosas?
Sí, es importantísimo. Por ejemplo, crear una autoridad nueva para la defensa del cliente [su constitución está en fase de tramitación parlamentaria] cuando ya tenemos una gama bastante nutrida de supervisores no va en la línea de la simplificación que necesitamos. Para dar carácter vinculante a las resoluciones [en banca y seguros] no es necesario crear un nuevo organismo.
El gobernador de Banco de España es partidario de que se modifique la normativa a la vista de lo que se ha alargado en el tiempo la opa de BBVA sobre Sabadell. ¿Está de acuerdo?
No voy a entrar en ese debate existiendo una operación abierta. Una vez que concluya analizaremos lo sucedido y sacaremos las conclusiones correspondientes en ese aspecto concreto de la legislación de opas.
¿Queda en España margen para más fusiones bancarias o estamos en el límite para que algo así no reduzca los niveles óptimos de competitividad?
Creo que el debate de fondo no es si debe haber más o menos consolidación, sino cuál debe ser la estructura del sistema financiero en España. En mi opinión, tiene que tener dos características. La primera, nuestro sistema financiero debe ser capaz de financiar desde la mayor multinacional hasta la última pyme. Y segundo, tiene que proporcionar altos niveles de competencia. Y yo creo que cumplimos con los dos. A nivel europeo me parece una tragedia que diez años después de la creación del SSM [Single Supervisory Mechanism] todavía no tengamos una Unión Bancaria.
¿En qué punto están los recursos judiciales presentados contra el impuesto temporal a la banca y contra la actual figura impositiva?
Ese impuesto es un mal para la economía española. Todos los argumentos que se utilizaron para lanzarlo están fuera de lugar, porque ahora estamos en un contexto de tipos de interés a la baja o estabilizados. Perjudica la capacidad de la banca para financiar la economía real y es inconcebible en un entorno de unión bancaria. Vamos a seguir combatiéndolo con todos los medios que tengamos a nuestro alcance. Es díficil saber cuánto tardarán los tribunales en resolver los recursos porque existen distintas rutas procesales. La Audiencia Nacional puede resolver o decidir elevar la cuestión al Tribunal Constitucional. También puede pasar que acabe en el Tribunal de Justicia europeo.
La banca está ofreciendo precios históricamente muy baratos en hipotecas. Tanto, que algunas entidades han decidido dar un paso al lado. ¿Es sostenible este camino?
El sector simplemente está financiando una demanda que existe y lo hace de manera prudente, atendiendo a unos estándares sanos de concesión. En cuanto al coste de esa financiación, efectivamente está por debajo de la media de la eurozona, lo que pone de manifiesto que en España existen unos niveles de competencia muy altos. Los márgenes son estrechos, pero desde luego no comprometen la rentabilidad.
¿Cuáles son los temas más en discusión de la banca con el Ministerio de Economía?
Uno de los asuntos que más abordamos es el de la inclusión financiera, con reuniones periódicas. Nadie se puede quedar en el camino en el proceso de digitalización. Tenemos protocolos que están dando resultados. Hemos conseguido reducir el número de municipios que no tienen acceso a servicios bancarios [entendido como acceso a efectivo, básicamente] del 1,4% al 0,73%. Estas medidas han hecho posible que cientos de miles de habitantes tengan accesibilidad a los servicios financieros en municipios sin sucursales. Estamos hablando, por tanto, de un problema contenido, y circunscrito al ámbito de los mayores. Además, más del 80% de nuestras oficinas han decidido ampliar su horario de caja para atender a este colectivo, que es el que más lo demanda. Hemos segmentado los municipios, porque no todos son iguales. Hay algunos que demandan cajeros, otros sucursales y otros ofibuses, las oficinas que desplazan a empleados que interactúan con los clientes.
"No sé si el euro digital tendrá demanda. Hay otras opciones"
La Ceca, segunda mayor patronal bancaria en España, cree que hay que repensar algunos ángulos del proyecto del euro digital, porque ya existen herramientas promovidas por el propio sector muy populares, como Bizum.
¿El sector bancario ve el euro digital como una amenaza para su negocio?
No, hemos sido muy proactivos con el euro digital y hemos realizado propuestas concretas, como las relativas a los límites de tenencia [por persona y año] y algunas de nuestras entidadas han participado en pruebas. Pero nos preocupan los costes, sobre todo teniendo en cuenta que Bizum se ha aliado con sus equivalentes en Italia y Portugal y hay otras iniciativas parecidas en Alemania y Francia. El euro digital tiene sentido para pagos inmediatos mayoristas, pero no veo claro la demanda qué tendrá entre minoristas.
Estados Unidos va por otro camino...
EEUU ha abandonado el dólar digital y ha apostado por una cesta de 'stablecoin' cuyo subyacente es el dólar. Con esa estrategia quiere mantener la hegemonía del dólar como divisa mundial. La Genius Act promueve las 'stablecoin' con un objetivo político y económico muy claro. En Europa seguimos apostando por el euro digital y tenemos Mica, que protege al consumidor, pero no promueve el uso de activos digitales. Esta diferencia pueden generarnos problemas. Tenemos que ver qué impacto va a tener la decisión de EEUU a nivel global, pero no lo podemos obviar. Es como los aranceles.
CaixaBank participa en un proyecto para emitir una 'stablecoin' respaldada por el euro. ¿Es necesario avanzar más rápido en ese terreno?
Ahora hay bastante incertidumbre en torno a ellas, pero puede ser una línea de innovación a medio y largo plazo.
Fuente: Expansión