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The country in Europe that says goodbye to these euro coins

La última encuesta del Eurobarómetro de la Comisión Europea dejó un dato de lo más revelador: el 61% se mostraba favor de eliminar las monedas de 1 y 2 céntimos. El porcentaje más alto hasta el momento tras conseguir mayoría absoluta en todos los Estados miembros de la zona del euro, excepto España, Chipre y Grecia. Centrándonos en el caso español, solo el 47% de los ciudadanos eran favorables a eliminar esos céntimos, oponiéndose el 51%.

Todo lo contrario a Lituania, que sí registró esta mayoría y ya lo ha puesto en práctica: **desde el pasado 1 de mayo de 2025, el importe final **al pagar en efectivo (no con tarjetas) se redondea al alza. Una norma que se aprobó en el Parlamento lituano el pasado mes de marzo y que viene a eliminar gradualmente las monedas de 1 y 2 céntimos mediante el redondeo.

¿Cómo? El importe total a pagar se redondeará al múltiplo de 5 más próximo. Esto es, se redondeará hacia abajo o hacia arriba hasta los 5 céntimos más próximos, dependiendo de si el último dígito se aproxima más a 0, 5 o 10. Por ejemplo, si la compra que se va a pagar en efectivo es de 10,21 euros, se redondeará a 10,20 euros; si es de 10,27 euros, se redondea a 10,25 euros; o si es de 10,29 euros, se redondeará hasta los 10,30 euros.

Este redondeo, tal y como indica el Banco de Lituania, solo se hará si se paga en efectivo. En caso de pagar con tarjeta, transferencia u otros medios electrónicos, no se redondea. A tener en cuenta también es que los precios individuales de los productos no cambian, solo se redondea el total final de la compra al momento de pagar en efectivo. Por último, han aclarado que los comerciantes o proveedores de servicios no pueden negarse a aceptar monedas de 1 y 2 céntimos al pagar una cantidad redondeada. Sin embargo, no están obligados a aceptar más de 50 unidades en un solo pago.

Ventajas del redondeo, según el Banco de Lituania

Según explica el Banco de Lituania, al redondear, en la mayoría de los casos no será necesario dar la vuelta en monedas de 1 y 2 céntimos, por lo que no habrá que acuñar estas monedas (o comprarlas de otros países) ni ponerlas en circulación. Esto, indican, supondrá un descenso de los costes en el uso del efectivo, pero también del impacto ambiental (por ejemplo, habrá una reducción en la liberación de metales (cobre y acero).

Esta entidad, ha asegurado que se han perdido más de 2 millones de monedas de 1 y 2 céntimos por valor de 100 euros y que la cantidad de monedas pequeñas que hay en circulación es el equivalente a 13 vagones de tren.

Otros datos que han aportado es que la mayoría de estas monedas se utilizan para pagos solo una vez y hasta dos tercios de las que hay en circulación no se devuelven al Banco de Lituania. Al contrario, explican que monedas se pierden o terminan en bolsillos, cajones, coches y fuentes. Algo que refuerza su argumento de que producir estas monedas cuesta más de lo que valen.

Fuente: The Huffington Post