El término shadow banking, también conocido en inglés como “non-bank financial intermediation” (NFBI), hace referencia a un conjunto de instituciones y actividades financieras que operan fuera del sistema bancario tradicional, pero que desempeñan funciones similares, como la concesión de crédito y la transformación de vencimientos. Estas actividades pueden incluir la creación de productos financieros complejos, el uso de apalancamiento y la asunción de riesgos mediante fondos de inversión no regulados como los bancos.

Contexto sobre la aparición del shadow banking

El shadow banking ha crecido aprovechando los vacíos regulatorios y un entorno con leyes más laxas que las del sistema bancario convencional. Los fondos de inversión y las fintechs, al operar en este entorno menos restrictivo, han captado la atención de clientes y empresas mediante servicios financieros innovadores, como pagos digitales, préstamos peer-to-peer (P2P) y plataformas de inversión automatizada. Su eficiencia, bajos costos y accesibilidad digital las han posicionado como una amenaza directa para la banca tradicional.

Las Non-Banking Financial Institutions (NBFI), tienen como principales actores a compañías de seguros, fondos de pensiones, entidades financieras auxiliares, mientras que categoría de Other Financial Institutions (OFI) engloba principalmente a los fondos de inversión.

Como se puede observar en el siguiente gráfico, las NBFI han incrementado su participación en los activos financieros globales. En 2021, el sector NBFI representó el 49’2% de estos activos, frente al 48’6 % en 2020; mientras, la banca tradicional mantenía el 37’6 %.

Fuente: Shadow banking: una distorsión de negocio bancario

 

Volúmenes del Shadowbanking

El “Informe de seguimiento mundial sobre la intermediación financiera no bancaria 2022”, elaborado por el Financial Stability Board (FSB) analiza el crecimiento y los riesgos del sector de la intermediación financiera no bancaria (NBFI) durante 2021:

  • Los activos totales del sector financiero global aumentaron un 7.7% en 2021, alcanzando los $486.6 billones (escala numérica española)
  • El sector NBFI creció un 8.9%, superando su promedio de crecimiento quinquenal del 6.6%, llegando a $239.3 billones.
  • El sector NBFI representó el 49.2% de los activos financieros globales totales en 2021, frente al 48.6% en 2020
  • Las compañías de seguros y los fondos de pensiones contribuyeron en conjunto a una cuarta parte del crecimiento de los activos del sector NBFI.

Fuente: Global Monitoring Report on Non-Bank Financial Intermediation

Análisis de casos: Archegos Capital Management y Greensill Capital

Archegos Capital Management

El caso de Archegos Capital Management ilustra las repercusiones que puede implicar la banca en la sombra. Esta family office gestionada por Bill Hwang, colapsó en marzo de 2021 debido a un alto nivel de apalancamiento y falta de transparencia. Utilizó derivados financieros, específicamente total return swaps, con varios bancos, lo que le permitió asumir grandes exposiciones sin revelar sus posiciones ni ser objeto de supervisión efectiva. Esta opacidad impidió a los bancos evaluar el riesgo agregado.

Según el Banco de España, en el informe Archegos and Greensill: collapse, reactions and common features, se menciona que aunque el caso no tuvo un impacto sistémico directo, evidenció las interconexiones entre el sector bancario y entidades no reguladas. Asimismo, el informe subraya la urgencia de reforzar los mecanismos de supervisión y transparencia en este tipo de estructuras para mitigar los riesgos y controlar la intermediación financiera no bancaria.

Como se observa en el siguiente gráfico, Archegos operaba mediante total return swaps para obtener exposición apalancada sin comprar los activos, una práctica típica del shadow banking.

Fuente: Esquema de las operaciones de derivados realizadas por Archegos

Este gráfico ilustra cómo Archegos hizo uso de total return swaps para adquirir importantes volúmenes de acciones sin tener que comprar ninguna, contribuyendo tan solo con una pequeña porción del capital requerido. Los bancos compraban las acciones y, a continuación, transferían a Archegos los rendimientos o pérdidas dependiendo de los valores del mercado y los objetivos esperados. Este proceso permitió a Archegos hacer uso de un apalancamiento, que con el tiempo, al caer el valor de las acciones, conllevo que no pudiera hacer frente a las llamadas de margen a raíz de las pérdidas, lo que obligó a los bancos a liquidar las posiciones abiertas.

Greensill Capital

Greensill Capital, fintech anglo-australiana especializada en factoring tradicional, inverso y prospectivo (este último basado en ingresos futuros esperados sin respaldo de transacciones reales verificables), colapsó en 2021. Su modelo de negocio se basaba en titularizar facturas y distribuirlas a través de cuatro fondos gestionados por Credit Suisse, mientras tenían contratadas empresas de seguros de impago como la aseguradora Tokio Marine.

La alta concentración de riesgo en un solo cliente (GFG Alliance), el uso de factoring prospectivo, la no renovación de pólizas por 4.6 mil millones de dólares, y la congelación de fondos por parte de Credit Suisse provocaron una crisis de liquidez que llevó a la intervención del supervisor alemán BaFin, que decretó la moratoria y posterior insolvencia de Greensill Bank. Tras congelarse los fondos ligados a Greensill, la Autoridad Suiza Supervisora del Mercado Financiero (FINMA) abrió una investigación contra Credit Suisse. Por otro lado, el Comité del Tesoro del Parlamento del Reino Unido examinó si debía ampliarse el perímetro regulador para incluir a intermediarios financieros no bancarios.

Aunque no se modificó dicho perímetro, se reconoció la necesidad de mayor transparencia y supervisión. Como consecuencia, el International Accounting Standards Board (IASB) y el Financial Accounting Standards Board (FASB) iniciaron reformas contables para reflejar mejor los riesgos del financiamiento de la cadena de suministro.

Conclusiones de los casos Archegos y Greensill

Los casos de Archegos y Greensill han reavivado el debate sobre las vulnerabilidades del sector financiero no bancario y su interconexión con el sistema bancario tradicional. Estos episodios evidencian la necesidad de aplicar el principio de “mismo riesgo, misma actividad, misma regulación”, para evitar el arbitraje regulatorio y asegurar una respuesta coherente frente a los riesgos sistémicos.

Ambos casos comparten características clave: agentes no bancarios con elevado apalancamiento, que derivaron en crisis de liquidez e insolvencia; una estrecha conexión con el sistema bancario, que actuó como canal de financiación; deficiencias en la gestión de riesgos por parte de algunas entidades bancarias; y persistentes lagunas de información sobre exposiciones a derivados, cadenas de financiación y vehículos cerrados.

Estos eventos demuestran la importancia de implementar las reformas acordadas tras la crisis financiera global, en particular aquellas relativas a derivados y transparencia. Asimismo, refuerzan la relevancia del trabajo liderado por organismos internacionales como el Financial Stability Board (FSB), que promueve medidas para identificar y mitigar los riesgos del sector no bancario mediante el análisis de interconexiones, estructuras de financiación y la supervisión de fondos de inversión.

Conclusiones

Ante el creciente protagonismo de los intermediarios financieros no bancarios, la Unión Europea ha comenzado a evaluar la aplicación de “test de estrés” específicos para hedge funds, firmas de capital riesgo, fondos de pensiones y aseguradoras. Esta medida refleja la preocupación de los reguladores por la opacidad, el apalancamiento y la interconexión de estas entidades con el sistema bancario tradicional. Según el Banco Central Europeo, estas instituciones ya representan el 25 % del volumen total de préstamos en la eurozona, lo que subraya su peso estructural en la economía. Asimismo, se está reforzando la recopilación de datos y promoviendo una mayor armonización regulatoria entre países miembros, en línea con las recomendaciones del Consejo de Estabilidad Financiera (FSB). Evaluar su resiliencia ante escenarios adversos es clave para anticipar potenciales riesgos sistémicos y avanzar hacia una regulación proporcional al riesgo, dado que su peso creciente ha generado una creciente preocupación entre reguladores y autoridades monetarias por los riesgos que plantea su expansión desregulada.

A pesar de que estas entidades han contribuido a la diversificación de los servicios financieros y han reducido ciertos costes y barreras de acceso, también han introducido una mayor fragilidad sistémica. La evaluación aislada de cada entidad puede ocultar los riesgos acumulados del sistema en su conjunto. Esto se agrava en el contexto actual de digitalización del dinero, donde el crecimiento de las plataformas digitales y los instrumentos de pago alternativos ha desplazado progresivamente el uso del efectivo, debilitando un pilar fundamental de la soberanía económica y financiera.

En definitiva, la proliferación del shadow banking plantea desafíos estructurales que requieren respuestas decididas. Proteger la estabilidad financiera implica reconocer la centralidad de estas nuevas formas de intermediación, dotar a los reguladores de herramientas eficaces para su supervisión y reforzar el papel del dinero público, como el efectivo, en un ecosistema financiero que preserve la pluralidad, la equidad y la resiliencia ante futuras crisis.

BIBLIOGRAFÍA:

Banco de España. (2021). Archegos y Greensill: colapso, reacciones y elementos comunes. Informe de Estabilidad Financiera, Otoño 2021 (n.º 41), 48–61. https://www.bde.es/f/webbde/Secciones/Publicaciones/InformesBoletinesRevistas/InformesEstabilidadFinancera/21/3_Archegos_FSR41.pdf

Expansión. (2025, 27 de mayo). La UE estudia realizar test de estrés a hedge funds y firmas de capital riesgo. https://www.expansion.com/economia/financial-times/2025/05/27/68357669e5fdea4a088b457e.html

Funcas - Fundación de las Cajas de Ahorros. (2023, 29 marzo). Shadow banking: una distorsión de negocio bancario - Funcas. Funcas. https://www.funcas.es/articulos/shadow-banking-una-distorsion-de-negocio-bancario/

Global Monitoring Report on Non-Bank Financial Intermediation 2022. (2024, 6 febrero). Financial Stability Board. https://www.fsb.org/2022/12/global-monitoring-report-on-non-bank-financial-intermediation-2022/

Pozsar, Z., Adrian, T., Ashcraft, A., & Boesky, H. (2010). Shadow banking. New York, 458(458), 3-9

https://www.europarl.europa.eu/RegData/etudes/ATAG/2021/662938/IPOL_ATA(2021)662938_EN.pdf