La casa Lloyds de Londres, en colaboración con el Cambridge Centre for Risk Studies ha elaborado un informe en el que cuantifica los riesgos de un ciberataque sobre los medios de pago electrónicos del sistema financiero global. Según esta nota, las pérdidas medias considerandos distintos escenarios de severidad y su probabilidad se elevarían a 3,5 billones de dólares a lo largo de cinco años, siendo 1,1 billones el impacto en Estados Unidos, 470.000 millones en China y 200.000 millones en Japón. En Europa el impacto sería dispar: 187.000 millones en Alemania, 164.000 en Reino Unido, 139.000 en Francia, 62.000 en Italia o 42.000 en España entre otros.

La posición de las compañías asegurados ante este contexto es muy complicada. Según el presidente de Lloyd's, Bruce Carnegie-Brown: "la interconexión global significa que los ciberataques son un riesgo demasiado sustancial para que un sector lo enfrente solo y, por lo tanto, debemos continuar compartiendo conocimiento, experiencia e ideas innovadoras entre los gobiernos, la industria y el mercado de seguros para garantizar que construyamos una sociedad resiliente frente al riesgo potencial de escalada”.

La realidad, sin embargo, es que el coste de los seguros frente a estas actividades no deja de crecer, mientras se extiende la incertidumbre sobre qué porcentaje de las posibles pérdidas podría estar cubierto. La propia Lloyds indica en su nota que no sería muy elevado. En el año 2022 las primas brutas emitidas alcanzaron los 9.000 millones de dólares y para 2025 esa cifra se estima entre 13.000 y 25.000 millones. Más del 20% de estas cantidades se negocia en el mercado de Lloyds de la mano de aseguradoras cibernéticas como Beazley (BEZG.L) o Hiscox (HSX.L).

Estos estudios cobran especial relevancia en el contexto actual, en el que a finales de este año se han experimentado varias caídas de la plataforma de Redsys, lo que ha afectado a sistemas de pago bancarios como bizum, tarjetas o datáfonos. Aunque la compañía ha asegurado que en este caso todo se ha debido a un error interno, estos incidentes han puesto el foco en la vulnerabilidad y dependencia de estos sistemas.

Fuente: Lloyds