Denaria en los medios

Javier Rupérez (Denaria): «Hay más fraude en los sistemas digitales que en el pago en efectivo"

El exdiputado y ex embajador de España ante la OTAN Javier Rupérez presidente Denaria, una plataforma dedicada a defender el mantenimiento del dinero en efectivo. Un objetivo que ha logrado reunir en la organización que preside intereses tan diversos como los de las empresas dedicadas al transporte de dinero, como Prosegur o Loomis; con los de asociaciones de discapacitados (Cermi), personas mayores (Ceoma), asociaciones agrarias (Asaja y Coag) y hasta la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles. Esta semana ha participado en Alicante en una jornada en la que se reivindicó la declaración del efectivo como un servicio esencial.

Pregunta: ¿Cómo surge Denaria y quién la impulsa?

Respuesta: Denaria surge hace cuatro años y es el resultado de una confluencia entre empresas que están interesadas en la producción, en el transporte o en la defensa del efectivo, y grupos sociales que necesitan ese efectivo, como organizaciones de personas mayores, personas con discapacidad, personas que viven en zonas rurales. Esa confluencia les lleva a concebir una plataforma que se dedica a defender el efectivo y a exponer las razones que hacen necesario que siga existiendo.

P: ¿Por qué piensan que está en peligro?

R: Llevamos ya unas cuantas décadas de generalización de los sistemas digitales, que han reducido claramente la importancia y la utilización del efectivo. No digo que lo hayan buscado, pero ha habido un momento donde pareciera como si esos sistemas quisieran acabar con él. Y esa es la razón por la que en este momento surgen la necesidad de explicar las razones por las que hay que proteger la existencia del efectivo.

P: ¿Cuáles serían?

R: Primero, la libertad que debe existir para que podamos elegir cualquiera de los sistemas de pago que existen. En segundo lugar, la privacidad. Es decir, cuando utilizamos el efectivo nadie sabe exactamente qué es lo que estamos haciendo, a qué tipo de necesidad estamos atendiendo, dónde estamos. Y al mismo tiempo, la seguridad. Cuando utilizamos el efectivo sabemos que todo depende de nosotros mismos, no depende de nadie más, de ningún intermediario ni ninguna red. Al mismo tiempo, cabe destacar la importancia del efectivo para el sistema económico: es difícil concebir el funcionamiento de una economía de mercado sin la referencia que supone efectivo.

P: Pero, si no me equivoco, ahora mismo la ley ya obliga a los establecimientos a aceptar efectivo para pagar. ¿Se cumple?

R: Pues depende. Es cierto que hay una ley de 2022, que es el reflejo de una disposición europea, y que establece claramente la obligatoriedad de aceptar el efectivo como sistema de pago en España. Pero, como hemos comprobado a través del canal de denuncias que tenemos en nuestra web, se producen bastantes casos en los que se incumple.

P: ¿Pero eso es denunciable?

R: Sí. Nosotros ahí lo que hacemos es respetar la voluntad del denunciante y si quiere aparecer o no. Es un canal gratuito y lo que hacemos es actuar para corregir esa situación. Por ejemplo, hay una capital española que no dejaba pagar en efectivo en el transporte público. Nos llegó la denuncia, actuamos y se corrigió.

P: ¿Quiénes son los principales incumplidores?

R: Pues la mayor parte son administraciones públicas, que creen que así es más sencillo gestionar, pero lo que hacen es incumplir la ley. De manera que, para nosotros, el primer recordatorio a esas administraciones públicas es decirles que hay una ley que les obliga a aceptar efectivo, y a ellos más sí cabe que a los operadores privados.

Limitaciones de pago

P: Denaria también se ha posicionado en contra de la limitación de pagos en efectivo superiores a los 1.000 euros. Hacienda lo justifica por la necesidad de atajar la economía sumergida…

R: Hay una especie de falsa concepción que asocia el efectivo con el fraude, que tiene que ver con tiempos pasados, casi de tipo cinematográfico. Me refiero a aquellas películas americanas de los años 50, donde aparecían los gángsters con maletas llenas de billetes en Chicago. Bueno, no decimos que no haya fraude en el efectivo, pero la verdad es que los datos muestran que en estos momentos la defraudación se produce mucho más en los sistemas digitales que en los pagos en efectivo. Insisto, no quiere decir que no haya fraude, pero la mayor parte está en los medios digitales. Entre otras razones, por el volumen tan significativo que han adquirido estas transacciones. De manera que esa asociación no corresponde a la realidad, en gran parte es una falsedad.

P: ¿Entonces por qué considera que se ha puesto y por qué se mantiene esa limitación?

R: Bueno, creo que hay sectores económicos, comerciales y empresariales que querrían que el efectivo desapareciera. Son lo que están trabajando en el sistema digital. Es decir, no es un planteamiento inocente, es algo que plantean los que quieren beneficiar a su propio sistema.

P: Además de empresas vinculadas al mundo del efectivo (empresas de transporte de billetes, cadenas de cajeros), también cuentan con el apoyo de varias organizaciones sociales. Desde ese punto de vista, ¿a quién perjudica más ese progresivo abandono del efectivo?

R: A personas mayores, personas con discapacidad, personas que viven en zonas rurales, a las mujeres rurales. Todos los años hacemos una encuesta para saber exactamente dónde estamos, y en esa encuesta básicamente lo que nos dicen es que hay más de un 40 % de la población española que necesita el efectivo. Pero hay que pensar también que, más allá de esos colectivos, esas personas mayores o que no dominan tanto con la tecnología, también hay muchos que lo que quieren es que haya libertad de elección. Y es un tema significativo. Hay muchos jóvenes que están digitalizados pero que quieren que les garanticen esa libertad de elección a la hora de pagar. Al final hay un 60% de la población que utiliza el efectivo y un 70 % que dice que, aunque no lo utilice, quiere que siga existiendo.

P: A raíz del apagón del 28 de abril, ustedes reclamaron que se creara un sistema nacional para garantizar el efectivo. Explíqueme su propuesta.

R: La verdad es que ya lo estábamos pidiendo antes, trabajando con los grupos parlamentarios, pero el apagón ha venido a demostrar que teníamos razón. Estamos trabajando para que la Ley de Seguridad Nacional considere el efectivo como un activo estratégico, porque en situaciones catastróficas, como se demostró entonces, nos quedamos sin ningún tipo de referencia, nada más que el efectivo. Junto a esta reserva estratégica, también se deberían tomar medidas adicionales, como recomendar a la gente que guarde cierta cantidad de dinero en casa. En realidad, si recuerda, hace unas semanas la Comisión Europea presentó un kit de supervivencia, ante lo que está ocurriendo en Ucrania y otras eventualidades. Y, entre otras muchas cosas, ¿qué había? Una bolsa con efectivo. En este mismo sentido, instamos al Banco de España a declarar el efectivo como servicio público esencial, en línea con lo que establece la Ley 17/2015, del 9 de julio, del Sistema Nacional de Protección Civil.

P: ¿Qué opinan de ese euro digital que se prepara?

R: Lo estamos siguiendo muy de cerca, contactando con todos los sectores financieros y económicos que tienen algo que ver. Veremos qué ocurre cuando salga -que no va a ser mañana-, pero lo que nos garantizan es que, en el fondo, sería un elemento más de un sistema de elección, en donde, naturalmente, el efectivo también tendría validez. En realidad, el euro digital no se hace pensando en el efectivo, sino más bien en las criptomonedas y en que los bancos centrales puedan recuperar el cálculo monetario. No creo que el euro digital suponga un problema para los usuarios de efectivo. Más bien lo será para los sistemas de tarjetas digitales que ahora existen y que podrían casi desaparecer y ser sustituidas por él.

Un billete muy seguro

P: Uno de los problemas que tiene el efectivo es la falsificación de billetes y monedas. ¿Se está haciendo lo suficiente para evitarlo?

Bueno, actualmente hay muchísima menos falsificación. Los billetes de euro tienen unas condiciones de seguridad como nunca se habían conocido previamente, sin ningún tipo de duda. Naturalmente, eso no quiere decir que no haya intentos de falsificación, pero, especialmente en Europa, creo que es algo reducido.

P: Otro problema que ha surgido es que el coste de producir algunas monedas ya supera el valor facial de las mismas.

R: Se refiere a que Donald Trump ha tomado la decisión de suprimir las monedas de un céntimo de dólar. Eso prácticamente no altera nada porque casi nadie las usa, no es un problema. Y la idea de que la producción del dinero impreso es más caro que el digital tampoco corresponde con la realidad. Los gastos que se producen en la generación de los sistemas digitales es realmente brutal, y no digamos ya los costes medioambientales, como se está viendo con los grandes centros de datos.

Fuente: La Información