El proyecto de ley de servicios y mercados financieros, que prepara el gobierno británico con el objetivo de mantener y mejorar la posición del Reino Unido como líder mundial en servicios financieros tras el Brexit, incluye planes para garantizar el acceso continuo a las instalaciones de retirada y depósito al efectivo, así como ayudar a las víctimas de estafas financieras.

El anuncio detalla que “el efectivo sigue siendo un método de pago importante para millones de personas en todo el Reino Unido, en particular para los grupos vulnerables, y el gobierno se compromete a preservarlo”, a través de una infraestructura de efectivo en el país sea sostenible a largo plazo.

La nueva legislación también permitirá al Regulador de Sistemas de Pago (PSR, por sus siglas en inglés) exigir a los bancos que reembolsen las pérdidas por estafas de pagos autorizados, por un total de cientos de millones de libras cada año, defendiendo así “a las víctimas de estafas financieras que pueden tener un impacto devastador”, destacó el secretario económico del Tesoro, John Glen.