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La nueva caída mundial de los sistemas de aplicaciones y redes demuestra la importancia de proteger la combinación de los métodos de pago

La caída global de los servidores de WhatsApp, Facebook o Instagram ha puesto de manifiesto una vez más sobre la mesa la fragilidad de la excesiva digitalización y hace pensar en el grave problema económico si una caída de este tipo afectara a los sistemas de pago digitales.

En junio de 2021 también PayPal, Amazon, Twitch o Finantial Times, además de otros miles de webs, que se veían afectadas por un apagón mundial. Sólo algunas semanas antes, un incendio en un centro europeo de almacenamiento de datos sembraba el caos para miles de webs y e-commerce en todo el mundo.

Todos estos incidentes ponen de nuevo el foco en la vulnerabilidad del sistema y la excesiva dependencia de una digitalización agresiva que minimice o arrincone otros sistemas y métodos físicos. “Es el caso de los pagos, que en su guerra contra el efectivo abocan al sistema hacia la excesiva dependencia digital y, por tanto, a la fragilidad ante este tipo de fallos e inseguridades cada vez más habituales”, destacan expertos de la Plataforma Denaria, en favor del uso del efectivo y la convivencia de métodos de pago.

En este mismo sentido, Bizum, la aplicación para el envío y recepción de dinero en efectivo en España al instante, también ha dejado de funcionar temporalmente y está dando problemas para poder hacer algunos tipos de operaciones. Una situación que perjudica enormemente a los comercios, particulares y empresas, que en los últimos años se han apuntado a esta nueva modalidad de pago, como una forma rápida y ágil para poder realizar transferencias inmediatas sin coste alguno ni para el emisor ni para el receptor.